La Universidad de Antioquia es una institución estatal del orden departamental, que desarrolla el servicio público de la Educación Superior, creada por la Ley LXXI del 4 de diciembre de 1878 del Estado Soberano de Antioquia, organizada como un ente Universitario Autónomo con régimen especial, vinculada al Ministerio de Educación Nacional en lo atinente a las políticas y a la planeación del sector educativo y al Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.

Goza de personería jurídica, autonomía académica, administrativa, financiera y presupuestal, y gobierno, rentas y patrimonio propios e independientes; se rige por la Constitución Política, la Ley 30 de 1992, las demás disposiciones que le sean aplicables de acuerdo con su régimen especial, y las normas internas dictadas en ejercicio de su autonomía.
 


Misión

Somos una  universidad pública que en ejercicio pleno de su autonomía se  compromete con la formación integral del talento humano, con criterios  de excelencia, la generación y difusión del conocimiento en los  diversos campos del saber y la preservación y revitalización del  patrimonio cultural.

Visión

En  el año 2016, seremos la principal universidad de investigación del  país  y una  de las mejores de América Latina, con pregrados y  posgrados de  excelencia  académica internacional, líderes en el aporte  a la  transformación  socioeconómica del país, y un au téntico  escenario de  la diversidad y el  diálogo intercultural, en el marco  del respeto por  el pluralismo y el ambiente.
 



Principios y Valores Institucionales

 

La institución orienta sus esfuerzos hacia la consolidación  como centro de cultura y de ciencia que por su naturaleza tiene una especial  responsabilidad con la sociedad a la cual se debe; está atenta en su actividad  a los patrones específicos y a las exigencias que nacen de cada campo del  saber; se compromete en la búsqueda de nuevos conocimientos y de las soluciones  a los problemas de la sociedad, con alto sentido humanístico y en el marco de  una concepción universal. La institución promueve la creación, el desarrollo y  la adaptación del conocimiento en beneficio del crecimiento humano y  científico; la reafirmación de los valores de la nacionalidad, en su diversidad  étnica y cultural; el respeto a las diferentes ideologías; la expansión de las  áreas de creación y disfrute de la cultura; la protección y el aprovechamiento  nacional de los recursos naturales, en el horizonte de la ecoética. La  Universidad se reconoce como espacio de controversia racional, regida por el  respeto a las libertades de conciencia, opinión, información, enseñanza,  aprendizaje, investigación y cátedra, orientadas por las exigencias de los  criterios éticos que se traducen en una real convivencia universitaria.

 

Igualdad: La Universidad tiene un carácter democrático y  pluralista, por lo cual no limita ni restringe los derechos, libertades y  oportunidades por consideraciones sociales, económicas, políticas, ideológicas,  de raza, sexo o credo. Está siempre abierta a quienes en igualdad de oportunidades  demuestren tener las capacidades requeridas y cumplir las condiciones  académicas y administrativas exigidas.

 

Responsabilidad social: La Universidad, como institución  estatal, constituye un patrimonio social y asume con el más alto sentido de  responsabilidad el cumplimiento de sus deberes y compromisos; en consecuencia,  el personal universitario tiene como responsabilidad prioritaria servir a los  sectores más vulnerables de la sociedad con los instrumentos del conocimiento y  del respeto a la ética.

 

Autonomía: La Universidad tiene derecho de darse y modificar  sus estatutos y reglamentos; designar a sus autoridades académicas y  administrativas; crear, ordenar y desarrollar sus programas académicos; definir  y organizar sus políticas y labores formativas, académicas, docentes,  científicas, culturales y administrativas; otorgar los títulos  correspondientes; seleccionar a sus profesores, empleados públicos y  trabajadores oficiales, admitir a sus alumnos, y adoptar los correspondientes  reglamentos; y establecer, arbitrar y aplicar sus recursos para el cumplimiento  de su misión social y de su función institucional. La autonomía se extiende a  los regimen contractuales, financiero, presupuestal y de control interno, y a  la definición de los actos de los órganos de gobierno de la Universidad y de  los recursos contra ellos. Es de su propia naturaleza el ejercicio libre y  responsable de la crítica, la cátedra, la enseñanza, el aprendizaje, la  investigación, la creación artística y la controversia ideológica y política.

 

Universalidad: La institución, permeable a todas las  manifestaciones del pensamiento, está abierta a todos los saberes científicos y  expresiones culturales; y propicia la comunicación con todos los pueblos del  mundo, particularmente con los países de América Latina, y en especial con  universidades, institutos de investigación y entidades públicas y privadas,  para incorporar en los programas académicos propios los adelantos de la  investigación.

 

Libertades de cátedra y de aprendizaje: El profesor tiene  discrecionalidad para exponer sus conocimientos con sujeción a un contenido  programático mínimo, aprobado para cada asignatura por la facultad que la  administra, y a principios éticos, científicos y pedagógicos. A su vez, el  alumno puede controvertir dichas explicaciones con sujeción a los mismos principios,  acceder a las fuentes de información disponibles y utilizarlas para la  ampliación y profundización de sus conocimientos.

 

Normatividad: Las normas internas que rigen la vida  institucional definen el marco de condiciones para el funcionamiento adecuado y  eficaz de la Universidad, e inducen la adhesión y el respeto del personal  universitario. Tal normatividad genera derechos y responsabilidades y está  encaminada a garantizar el cumplimiento de los objetivos específicos de la  institución.

 

Convivencia: Los integrantes del personal universitario  practican y defienden el diálogo racional y la controversia civilizada como  métodos de convivencia para conseguir los fines de la institución, y para  tratar o solucionar los conflictos. El respeto mutuo y la civilidad rigen el  comportamiento universitario.

 

Excelencia académica: Los profesores y estudiantes de la  Universidad realizan sus quehaceres con criterios de excelencia académica y  científica, y buscan los más altos niveles del conocimiento. Este es el criterio  rector de la vida universitaria y la función administrativa está al servicio de  su fortalecimiento.

 

Interdisciplinariedad: Las actividades académicas de  investigación, de docencia y de extensión abordan problemas prácticos o  teóricos en una perspectiva interdisciplinaria que propicia la aprehensión de  la complejidad de los objetos, fenómenos o procesos, de sus relaciones e  interacciones internas y externas, y promueve, desde cada disciplina o  profesión, la cooperación y el desarrollo recíprocos en la búsqueda del  conocimiento y en su aplicación sobre el mundo.

 

Investigación y docencia: La investigación y la docencia  constituyen los ejes de la vida académica de la Universidad y ambas se  articulan con la extensión para lograr objetivos institucionales de carácter  académico o social. La investigación, fuente del saber, generadora y soporte  del ejercicio docente, es parte del currículo. Tiene como finalidad la  generación y comprobación de conocimientos, orientados al desarrollo de la  ciencia, de los saberes y de la técnica, y la producción y adaptación de  tecnología, para la búsqueda de soluciones a los problemas de la región y del  país. La docencia, fundamentada en la investigación, permite formar a los  estudiantes en los campos disciplinarios y profesionales de su elección,  mediante el desarrollo de programas curriculares y el uso de métodos  pedagógicos que faciliten el logro de los fines éticos y académicos de la  Universidad. Por su carácter difusivo y formativo la docencia tiene una función  social que determina para el profesor responsabilidades científicas y morales  frente a sus estudiantes, a la institución y a la sociedad.

 

Extensión: La extensión expresa la relación permanente y  directa que la Universidad tiene con la sociedad, opera en el doble sentido de  proyección de la institución en la sociedad y de ésta en aquella; se realiza  por medio de procesos y programas de interacción con diversos sectores y  actores sociales, expresados en actividades artísticas, científicas, técnicas y  tecnológicas, de consultorías, asesorías e interventorías, y de programas  destinados a la difusión de las artes, los conocimientos y al intercambio de  experiencias y de apoyo financiero a la tarea universitaria. Incluye los  programas de educación permanente y demás actividades tendientes a procurar el  bienestar general. Así, la institución cumple una de sus funciones principales;  para ello, sus egresados, como expresión viva y actuante de la Universidad en  la sociedad, cumplen un papel central. La Universidad asimila las diversas  producciones culturales y hace de las necesidades sociales objeto de la cátedra  y de la investigación; la sociedad, a su vez, participa en la producción  universitaria y se beneficia de ella.

 

Autoevaluación: La autoevaluación, la actualización  científica y pedagógica, el mejoramiento continuo de la calidad y la  pertinencia social de los programas universitarios son tareas permanentes de la  Universidad y parte del proceso de acreditación. La institución acoge y  participa en el Sistema Nacional de Acreditación.

 

Cooperación interinstitucional: La Universidad participa en  la organización y funcionamiento del Sistema Nacional de Universidades  Estatales y de los Consejos Regionales de Educación Superior; estrecha lazos  con instituciones públicas y privadas, nacionales y extranjeras, para el  cumplimiento de su misión y para el logro de los objetivos de la educación  superior.

 

Participación: Los integrantes del personal universitario  tienen el derecho de participar en forma individual o colectiva en la vida  institucional, mediante los mecanismos consagrados en la Constitución, las  leyes y las normas de la Universidad. Asociación: La Universidad reconoce al  personal universitario el derecho de asociarse y de formar sus respectivas  organizaciones; el de crear grupos de estudio y equipos de trabajo para  adelantar tareas de investigación, de docencia y de extensión, culturales, deportivas,  recreativas y ecológicas, y facilita la participación en tales grupos a los  profesores y estudiantes, promoviendo y apoyando formas organizativas  apropiadas. Estos derechos se ejercen de conformidad con la Constitución  Política, las leyes, los estatutos y los reglamentos de la institución, y los  principios democráticos, fundados en el objetivo común de realizar los fines de  la Universidad.

 

Derecho universitario de petición: Toda persona, o grupo de  personas pertenecientes al personal universitario, tiene derecho de formular a  las autoridades de la Universidad solicitudes en interés general o particular y  de obtener pronta y adecuada respuesta, según las normas de la institución y,  en lo no previsto por ellas, según las disposiciones legales que regulan el  derecho de petición.

 

Debido proceso: En la institución se ejerce la función  disciplinaria con aplicación de un debido proceso. En todo caso se tienen en  cuenta los siguientes criterios: tipicidad de la falta, nocividad del hecho,  legalidad, necesidad de la sanción y proporción entre ésta y la falta. Todos  los actos proferidos en ejercicio de la potestad disciplinaria son actos  administrativos.

 

Planeación: La Universidad se rige por un plan de desarrollo  general diseñado para un período de tiempo variable, y por planes y proyectos  específicos para cada unidad académica. El proceso de planeación está  acompañado de un procedimiento calificado de evaluación de gestión, con el fin  de cumplir las responsabilidades de calidad académica y administrativa de la  institución. La evaluación se hace con la participación de las personas  comprometidas en la ejecución y es elemento básico para el desarrollo  institucional. Descentralización: La organización académico-administrativa se  guía por criterios de descentralización y desconcentración de funciones en las  facultades, todo ello enmarcado en procesos de integración y colaboración entre  éstas. Tal organización sirve de apoyo para el cumplimiento de los fines  académicos de la institución y la función administrativa se desarrolla con  arreglo a los criterios de economía, celeridad, eficiencia, igualdad,  imparcialidad, publicidad, contradicción, descentralización y desconcentración  de funciones.

 

Regionalización: Por su origen, su naturaleza jurídica y su  tradición, la Universidad tiene una vocación regional: desarrolla el  conocimiento y contribuye a la articulación de Antioquia con los procesos de  construcción nacional y con los desarrollos de la ciencia, la tecnología y la  cultura en los demás pueblos del mundo.

 

Realidad económica y administrativa: Sin perjuicio de las  obligaciones emanadas de la Ley, el logro de los objetivos de la Universidad y  el cumplimiento de los compromisos definidos en este Estatuto se desarrollan en  el marco de los principios rectores y de las prioridades y posibilidades  económicas y administrativas.

 

Prevalencia de los principios: Los principios son normas  rectoras para la interpretación y aplicación del Estatuto y de las demás  disposiciones de la Universidad, y prevalecen sobre cualquier otra disposición  interna.

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